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martes, 17 de diciembre de 2013

Soy un poco supersticiosa, pero de niña nunca creía en juegos de eso de me quiere o no me quiere. Reconozco que siempre me ponía a blincar si me salía que sí. Que me llenaba de ilusión  y entusiasmo. Incluso saltaba de emoción y corría a decírselo a mi mamá. Ella me decía que como no me iba a querer si yo era una niña preciosa. Pero nunca he lo he creído. Me tenían dicho que cuando tuviera una casa no pusiera la entrada enfrente. Ni si quiera que dejara el dinero encima de la cama, y que los siete años de mala suerte al romper un espejo no sabíamos si era verdad, pero porqué no puede pasar. Yo creo que el destino, está escrito, al fin y al cabo todos tenemos el mismo fin. Morir
Esta semana he estado jugando a ser una niña pequeña, a jugar con las chapas de los botes para que me tocara tu letra, pero sabes, nunca he tenido la suerte de tropezar con tu inicial.  Tampoco he soñado contigo, ni si quiera he tenido el presentimiento de que ahí estabas. Pero aún así cada mañana me despertaba con ilusión de esos buenos días, con un mensaje de texto que realmente me hacía falta aun que sea corto, pero que me hiciera creer que de verdad sigues estando. Tampoco he tenido la suerte de hablar mucho contigo. No se que nos pasa,que nos ha pasado. Que me está pasando. Puede que haya estado fría y no haya encontrado las palabras adecuadas en el momento oportuno y lo siento. Pero quién sabe si es que he decidido tomar la decisión incorrecta. 
Últimamente no creo en la salidas, tampoco me empeño en encontrarla. Ni tengo la mínima ilusión. No es que sea negativa, aun que lo haya sido siempre, pero a veces hago más daño del que imagino, y la salida ni si quiera existe solo hay una leve caída hasta el fondo. 


miércoles, 17 de julio de 2013

Aún te queda demasiado por aguantar.

¿Cuántas noches nos quedarán?
Descolocaría todo lo colocado para poder encontrarte. Por que en cada esquina de mi habitación hay un recuerdo, en cada centro hay algo que encontrar. Porque el desorden no quiere decir que tengamos que encontrarnos a gritos. Porque simplemente será que hemos rebuscado todo lo que perdimos.

Que hay historias que tienen final y nunca vuelven a encontrarse, nuestra historia la separamos y volvimos a juntarla. Podría ser que nunca se acabo separando simplemente, se perdió. Diremos que nunca se sabremos cuando volverá a separarse o simplemente se separará cuando ya no quede nada. Cuando los gusanos se apoderen de nosotros. Y ahora, es cuando sabemos que ya tenemos que deshacer la cama para poder hacerla juntos, porque aun te quedan días por aguantarme. 

jueves, 4 de abril de 2013

Inexplicable.

Últimamente lo de inspirarme está demás, no quedan ganas ni de fotografías rotas, inútiles, ni trapos rotos que recordar. Porque a pesar de todo el tiempo que ha pasado duele le recuerdo y que nada sea igual. Tampoco existe la gana de ponerte a escribir todo lo que llevas dentro porque en realidad te tiraría horas. Incluso  días. Preguntarte ¿Por qué son tantas decepciones juntas? ¿Por qué en eso de entender, nadie entiende? Porque aparentar ser feliz no significa serlo. Significa ser fuerte e intentar pasar por algo, pero también me parece algo falsedad. ¿Por qué coño no vamos a expresar lo que sentimos en cada momento, hostia? Y el recuerdo, ¡¿Por qué da por volver cuando ya lo has olvidado?! Ah no, eso es lo que creemos. Queremos pero no podemos. Porque el refrán de que si quieres, puedes, está demasiado visto. ¿Quién quieres sufrir? ¿Quién? Creo que pocos, nadie. Y el recuerdo, dejarme deciros, que duele. Si has sentido de verdad el momento. Y de verdad no se puede olvidar y en realidad no lo


quieres olvidar porque te hizo feliz cualquier día ocurrido.  



miércoles, 20 de febrero de 2013

Porque esta tía es muy grande. Creerme.

Porque esta niña es la que me ha aguantado día tarde y noche. La que ha salido a bailar y me ha hecho disfrutar. Me ha sonreido cuando la miraba mal cuando lloraba. Me ha secado lágrimas que de verdad no valían la pena. Me ha hecho llorar de alegría, me ha enseñado a decir la verdad, aun que duela. Como ella lo hace, porque aun que duela las mentiras al fin y al cabo duelen más con le tiempo. Me has hecho llorar con puras realidades, pero que me han beneficiado. Me has aguantado mis noches dándolo todo y contado mil historias. Imaginando historias que podrán ser irreales pero son fantasías. Has sabido comprender, escuchar y ayudar. Porque gracias, gracias a ti he aprendido a ser como soy, gracias por hacerme ver que de una pequeña persona podemos sacar a la persona más grande del mundo y aquí tenemos el ejemplo, tú. No hay nada más grande que la ilusión de haberte conocido porque de un pequeño pueblecito puede a ver poquita gente y mira, aquí estamos. Y sé, tengo claro que contigo puedo poner la mano, el cuerpo entero en el fuego que sé que tu a mi no me fallas. Que eres muy grande, tía. Mi alma gemela, la que a más de 200 kilómetros sé que aun así me acompaña, siempre. Las ganas inmensas con las que me despierto día a día de querer verte ya, porque te echo realmente de menos. Y me encantaría estar en grandes circustancias a tu lado. Porque eres muy dura, con una permanente sonrisa día a día pero sabes, sé, que las cosas a veces te duelen, te llegan y a mi ya no me mientes guapa, pocas veces me la das ya, que son 14 añitos nena. Sabes que me vas a tener tanto para lo bueno y para lo malo, qué pollas digo, ¡TU NUNCA, NUNCA VAS A TENER MOMENTOS MALOS! Ahí estaré yo, para intentar sacar tu lado positivo.   QUE TE QUIERO Y MUCHO.




lunes, 11 de febrero de 2013

Palabras que duelen más que los silencios que agobian.

  
Hay situaciones que marcan irremediablemente
 el cambio de procesos en tu día a día. Hay palabras que duelen más que silencios que agobian. Que está puta sociedad no se da cuenta de lo que puede llegar a marcar una palabra, una jodida palabra. Puede poner principio y fin. Dura, larga, intensa. Dolorosa. Principio y tal vez un final trágico pero con salida. Puede causar mil y una preocupación hacia aquella persona dirigida. Porque puede causar asco, dolor, perdida de sangre, cambios de humor bruscos, perdida de seres a quienes les debías mucho, rechazo a sí misma, ver cosas que ni si quiera son verdad. Porque un reflejo puede doler más que una imagen. Un sueño más que la realidad. No os podéis hacer a la idea de las personas que andan preocupadas por su imagen hacía las personas, hacia sí misma, hacía un espejo. Personas que desean saber el peso día a día para ver si tal vez aun que sea perdido unos gramos. Incluso llega a ser adictivo eso de comer y comer sin ganas e ir corriendo al baño, abrir todos y cada uno de los grifos poner de excusa que andas lavándote los dientes y en realidad estás tirada con un moño más alto que nadie, para no intentar mancharte, de cuclillas frente al váter expulsando todo y cada uno de los trocitos que has masticado, incluso sin meter los dedos haces toda la fuerza necesaria para expulsarlo, que no quede nada. Hasta llegar a sangrar. Y duele. Porque está sociedad está super valorada por un físico sin importancia.

jueves, 7 de febrero de 2013

¿Qué tal si de hoy en adelante?

Acompáñame.
 Tienes reservado el hueco que sobra de mi cama. Al lado, junto a mí. Se tú quién lo llene, quién lo ocupe, quien no deje ese lado frío. Pero eh, tienes que cumplir, tienes que soportarme ante todo, tienes que abrazarme. Tienes que convivir conmigo. Tienes que ser quien pase el domingo al lado de mí, ya que toda la semana ha sido dura. Quiero que seas tú quien me vea sin maquillaje y recién levantada. Quien me dé un beso al irme a dormir  acompañado de unas 'buenas noches' aun que hayamos discutido durante todo el día. Dime quién ocuparía ese lugar mejor que tú, supongo que nadie. Supongo no, es que directamente sé que eres tu, como tú, ninguno. Porque podría ponerme a miles entre ellos tú y todos tapados y por lo que sea, te acabaría reconociendo. Escúchame decirte que te quiero cuando realmente lo sienta. Dejemos cada enfado en un abrazo y un beso.